viernes, 4 de octubre de 2013

Ecologiza tu mente

Cuidar de nosotros y del medio ambiente es lo mismo. Como dice aquel proverbio indígena, “el día que hayas envenenado al último río, abatido al último árbol y asesinado al último animal, te darás cuenta que el dinero no se puede comer”.
La eficiencia es la máxima a seguir si se trata de ecologizar nuestro hogar o lugar de trabajo. La idea no es tanto como convertirla en una eco-casa, sino actuar bien dentro de nuestras posibilidades para hacerla medio ambientalmenteamigable. Es decir, se trata de gastar de un modo inteligente los recursos energéticos, el agua, etc. para ahorrar dinero, respetar el entorno y con el tiempo obtener el bienestar o eficacia que buscamos.

Comprar electrodomésticos de bajo consumo y con prestaciones adaptadas a nuestras necesidades, tender en lugar de usar secadora, aprovechar la luz natural, no dejar los grifos abiertos o hacer uso racional del aire acondicionado son ejemplos de actitudes verdes. Otras medidas más ecológicas, en sentido estricto, se relacionan con el uso de energías renovables, el reciclaje o con el consumo de productos ecológicos a todos los niveles, incluyendo el alimentario.

Cuidar el planeta
Más allá del ámbito doméstico, lo ecológico abarca la salud del planeta considerada como un entorno que hay que preservar evitando contaminar. Sin embargo, la situación es crítica en éstos y otros muchos aspectos, por lo que es fundamental concienciar a la humanidad con el fin de detener esta debacle. De no lograrlo el futuro nos traerá desastres medioambientales nunca vistos, advierten los expertos.

Aunque buena parte de las agresiones ambientales no dependen del ciudadano, también es cierto que existen muchas maneras a nuestro alcance para proteger el medio ambiente a la vez que ahorramos y cuidamos de nuestra salud y al mismo tiempo que construimos un mundo mejor. De lo contrario, como dice un proverbio chino, la falta de respeto acabará pasándonos factura: “Cuando la rabia te hace escupir contra el cielo, siempre acabas escupiendo a tu propia cabeza”.

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